La alimentación del Mediterráneo está de moda. Productos básicos como las hortalizas, frutas, pescados y el aceite de oliva virgen se han convertido en un aliciente importante en la cocina andaluza.
Fiel reflejo de su historia, está llena de aromas, sabores y colores. Una cocina compleja, en la que productos tradicionales nos hacen diferentes y atractivos.
La gastronomía andaluza tiene profundas huellas de la cocina árabe de al-Ándalus. Su refinamiento transformó muchas costumbres. Fueron los andalusíes los que crearon la sala de comer o comedor y el actual orden de servicio de los platos.
Los potajes de legumbres y verduras y los guisos de caza, junto a las formas de preparar el pescado configuran la esencia de esta cocina.
El plato más universal por su valor alimenticio y su fácil preparación es el gazpacho, sopa fría a base de tomate, pepino, pimiento, ajo, aceite y vinagre, aunque existen otras muchas variaciones como son el salmorejo, la porra y el ajoblanco, todas ellas deleitarán el paladar más exigente.


Denominación de origen
Andalucía cuenta con una amplia gama de productos de una calidad tan sobresaliente que les ha dado una categoría y una fama sobradamente merecida en el resto del país e incluso en el extranjero.
Las Denominaciones de Origen se organizaron para proteger estos productos y regular su producción en todas las fases. Para que un producto pueda ser amparado por la Denominación de Origen, es necesario que haya sido producido y elaborado en la zona de producción de esa Denominación.
El vino andaluz